Expertos de la Universidad de Tel Aviv descubrieron una especie de avispas que canalizan la luz en sus tejidos y separan los rayos de luz. Un estudio dirigido por Marian Plotkin, de la Universidad de Tel Aviv, descubrió la forma en que las avispas generan energía. Lo que descubrieron es una avispa con energía solar, capaz de utilizar un pigmento específico de melanina. Un análisis estructural de los pigmentos marrones de la avispa reveló que podían canalizar la luz en los tejidos y separar los rayos de luz. El equipo de investigadores aisló el pigmento en una solución liquida y colocó un electrodo, cuando se lo expuso a la luz se obtuvo electricidad a través del electrodo. El proyecto se inició al descubrir que este tipo de avispas estaban más activas cuando el Sol era intenso, lo que es muy inusual para este tipo de insectos.
Los pigmentos amarillos de la avispa funcionan como una trampa de luz mientras que los de color marrón serían los encargados de generar la electricidad.
Aunque la eficacia de la captación de luz es tan sólo de 0.35%, los investigadores aseguran que esto apenas es el comienzo y que se conocen métodos de obtención de energía solar entre las plantas y las bacterias, pero es la primera vez en la historia de la ciencia que se descubre energía solar en los animales.
También es posible que otros insectos utilicen energía solar y sería muy interesante estudiar las comparaciones entre esta avispa y otras avispas que poseen un exoesqueleto muy similar.
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