Su nombre es Benito Sanchez Montañés, y amablemente ha accedido a una entrevista (más) de esta saga que hemos iniciado en Arquiverdura. Su perfil profesional docente lo podeis consultar aqui.
En su estudio Emediez, pone en práctica el uso de nuevos materiales y recupera las nociones de arquitectura tradicional (sabia y de antaño) con las nuevas técnicas y los nuevos desarrollos estructurales y logísticos.
Tremendamente convencido de cuál es el camino correcto y del esfuerzo que se necesita no deja de ser critico con los que consideran la preocupación por el entorno una moda pasajera.
Muchos son ya los congresos, libros, estudio publicados, eventos organizados y logros conseguidos y su presencia se denota con más de 300.000 referencias en Google.
Interesantes respuestas a nuestra Entrevista Verde 2: Benito Sanchez Montañés
¿Recuerda la primera vez que escuchó el término “sostenibilidad”? ¿A qué se refería, en qué contexto se daba?
Sería a finales de los ‘80, el Informe Brutland era aún reciente y comenzábamos a manejarlo en el entonces Seminario de Arquitectura Bioclimática de la ETSA, en el que yo colaboraba como alumno.
Tras las experiencias profesionales y personales que ha vivido, ¿cuál sería su propia y actual definición de “sostenibilidad”?
Una actitud de equilibrio con la totalidad de los factores que componen nuestro medio inmediato y remoto.
¿Cree que la arquitectura puede ser un medio de enseñanza o concienciación para la sociedad en temas medioambientales?
Sin duda. Es un icono muy visible. Y sus mentiras (incluidas las ambientales) se hacen pronto evidentes.
¿Qué puede hacer la arquitectura para enseñar o ayudar al usuario a colaborar con el medio ambiente?
Realizarse bajo parámetros honestos de bioconstrucción.
¿Qué opinión le merecen las agencias de acreditación energética tipo LEED, BREAM, etc… que catalogan edificios mediante un sistema de puntuación objetivo?
Su realidad actual es bastante discutible, porque más que al servicio de la sostenibilidad parecen estar al servicio del lavado verde de imagen. Como idea no es mala, paro necesitarían el respaldo de una institución muy fuerte y realmente independiente (como Greenpeace) para no acabar “tutelados” por otros.
¿Existe diferencia entre “Arquitectura” ,“Arquitectura bioclioclimática”, “Arquitectura sustentable”?
Claro que existe y es de naturaleza inclusiva. La “arquitectura” puede ser sostenible o mala. Por otro lado la “Arquitectura bioclimática” no existe. La bioclimática es una técnica imprescindible para concebir un edificio de forma que funcione bien en el medio. Debería ser intrínseca a cualquier arquitectura, como el cálculo de la estructura, y así fue hasta que el ser humano creyó que se podía independizar del mundo que habitaba, con los resultados que hoy son patentes.
¿Qué diferencias observa entre las materias y las formas de tratar la arquitectura en el momento en que ud. estudió y las enseñanzas que ahora se transmiten en las Escuelas de Arquitectura? ¿Nota motivación en los jóvenes por la profesión?
La aproximación es muy parecida. Igualmente irreal e inoperante. La diferencia fundamental es que entonces el esfuerzo requerido era abismalmente mayor. Hoy los profesores somos monjitas ursulinas. Lo cual está bien, porque de todas formas no sirve de nada el marco docente de la carrera.
En lo que se refiere al tema general de la entrevista, hay que reconocer que tenemos una asignatura de “Arquitectura y Medio Ambiente” y que el argumento preocupa, al menos nominalmente, a otros muchos profesores.
¿Cree que la arquitectura española actual está concienciada y en línea con las corrientes europeas que apuestan por los ecobarrios y los edificios de gasto energético Cero?
Sólo marginalmente o a título de lavado verde de imagen.
¿Es necesario un despliegue económico elevado para hacer una buena arquitectura?
El término de la pregunta es relativo. Depende con qué se compare. Pero hay esencias de la mejor arquitectura que no son caras, de hecho las encontramos en las arquitecturas populares más modestas.
Con frecuencia refugiarse en la falta de presupuesto para justificar la mala arquitectura es sólo una excusa para justificar la incapacidad del arquitecto.
Dicho esto, es evidente que hay parámetros, como la calidad de los materiales, que están vinculado al presupuesto, y que ciertas inversiones rentables, incluso ecológicamente, como las que ahorran energía o agua, requieren cierta liquidez inicial.
¿Qué consejo daría a los jóvenes arquitectos en estos momentos duros de profesión?
No doy consejos.
¿Cuál es la primera pregunta que se hace ante el papel en blanco al iniciar el diseño de un edificio?
Considero un error terrorífico enfrentarse a un papel en blanco, herencia quizá de los supuestos del Movimiento Moderno (pero esa es otra discusión).
Yo no me sitúo ante un papel en blanco, sino ante un lugar lleno de información y vida, ante los que pretendo comprender y fluir.
¿De qué obra (libro, publicación, grupo de investigación, edificio…) se siente más orgulloso? ¿Por qué?
En general estoy razonablemente satisfecho del rigor del trabajo y los logros de nuestro Grupo de Investigación (Composición, Arquitectura y Medio Ambiente), difundidos y aplicados internacionalmente.
La obra del arquitecto nunca es individual, es colectiva, con muchos agentes (aunque las firme yo). Pero me permito estar orgulloso de haber sido el arquitecto de obras en las que compruebo que sus usuarios están agradecidos por vivir ese edificio.
Aunque no te guste dar consejos, estamos seguros de que con tu experiencia y profesionalidad se tendrían muy encuenta entre los que nos estamos iniciando.
Muchas gracias Benito.
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